martes, 26 de mayo de 2015


Realizado por: Damarys Uzcategui
CUENTO: MI MEJOR AMIGO

Había una vez un niño que soñaba siempre con tener un caballo, hasta que un día llego su tío; a su cumpleaños, aquella mañana de un 31 de abril con un sol radiante y en la puerta de su casa, ubicada al frente de la plaza, allí lo espera su tío sosteniendo en la mano un bozal,  con el que estaba amarrado un hermoso y saludable potro ruano, con un resplandeciente lucero en la  cara y una de sus patas de color blanco, y tenia un lazo inmenso de color rojo; aquel emocionado niño le pregunta a su tío Juancho, Este potro es para mi? Y su tío con una gran sonrisa le respondió, Jesús querido sobrino, este potro es para ti; te lo doy con mucho cariño pero tú debes cuidarlo y portarte muy bien, obedeciendo a tus padres y cumpliendo con tus labores, Jesús dice; con inmensa alegría si tío te lo prometo, no fallare.
Jesús, muy contento ya que su sueño se lo había hecho una gran realidad, le dijo a su tío que lo iba a cuidar y a querer y por nombre le pondría RAYO.
Juancho, Jesús y su papa Carlos se fueron a llevar el potro para un terreno grande y hermoso donde había mucho pasto verdecito, arboles, otros caballos, pajaritos cantando y la casa del Sr.  Franco que es quien lo iba a cuidar,  lo soltaron para que creciera, se estirara y cada estuviera mas bonito.
Todos los días iba el niño con su padre a ver a Rayo, y así poder llevarle su alimento y a veces colocarle, suero con vitaminas y acariciarlo un rato para lograr domesticarlo y que no creciera salvaje. Así pasaron dos años y llego el momento, de amansar al caballo para poder montarlo, y nos encontramos con un gran y fornido caballo.
Carlos busco al Sr. Manuel que es el experto en amansar caballos y le pregunto: Podría usted hacerme el favor de amansar este caballo ya que es muy importante para mi, por ser el consentido de mi hijo.
Manuel le contesto. Por supuesto seria un placer ayudarle. Y desde ese momento se dedico a lograr el cometido. Unas semanas mas tarde muy contento y orgulloso de su trabajo, decide llamar al Sr. Carlos para darle tan buena noticia y le dice ya puedes traer a Jesús para que monte a su caballo y se vayan galopando por los prados.
Al  día siguiente Carlos y su hijo se dirigen con gran entusiasmo a montar a Rayo, llegaron, y le llevaron unos aperos de color azul turquesa, luego empezaron aperar  al potro y se monto el niño el Sr. Manuel le dio a Jesús las respectivas indicaciones para que no se lastimara ni el, ni al caballo. Y salieron en un fuerte galope felices recorriendo los prados, solo se escuchaba los pasos del  gran Rayo y las carcajadas de Jesús que estaba disfrutando del mejor día de su vida! Y no paro de darle gracias al Sr. Manuel por su eficiente trabajo.
Debido al buen comportamiento de Jesús sus padres decidieron llevar a Rayo a una caballeriza y lo metieron a una pesebrera donde Rayo cambio su pelaje y se puso muy suave y brillante, convirtiéndose así en un gran cuarto de milla, su color ponche crema llamaba la atención, con sus crines amarillas que brillaban como el sol.  
Al siguiente día salieron a una cabalgata, donde  daría a conocer tan hermoso ejemplar, todos volteaban a verlo y no paraban de felicitar al niño les causaba asombro ver que con tan corta edad había sacado adelante al grandioso ruano. Y Jesús muy orgulloso daba las gracias a quien lo felicitaba.
 Desde entonces practican las carreras de cinta, donde estos dos grandes amigos, suelen ganar las competencias.   Y colorín colorado este cuento se a terminado.



                                                                                                                                                                                                                     jesus.png  ruano.jpg                                                                                                                                                                                                                                



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